DOMINIO
Es muy importante seleccionar un dominio adecuado ya que cambiarlo a posteriori es algo bastante costoso y nada recomendado, teniendo implicaciones en el posicionamiento.
El dominio debe ser coherente con nuestros objetivos. Para ello hay que tomar una serie de decisiones; la primera es qué queremos ofrecer y la segunda a quién queremos dirigirnos, es decir, cuál es nuestro público objetivo.
Una práctica muy extendida en SEO es utilizar un dominio que contenga las palabras clave más importantes para nuestro público. Si nuestro contenido va a ser “bueno”, sigue siendo una buena idea.
La manera en que los buscadores identifican la ubicación de un sitio web es a través de varias señales:
La extensión de dominio
La localización que especificamos para el dominio en la Herramienta para Webmasters de Google
La localización de los dominios que enlazan con el sitio web
La dirección IP del servidor donde se encuentra alojada la página
ALOJAMIENTO
El alojamiento web, también llamado hosting, es el servicio que provee a los usuarios de un espacio en un servidor web donde guardar físicamente los archivos de nuestra web, la base de datos, las cuentas de correo, etc. y que está vinculado con el dominio para que al escribir la dirección URL del mismo, se muestre la información.
A la hora de elegir un servicio de alojamiento para nuestra web es fundamental asegurarnos de que la empresa que nos lo suministre nos va a dar un servicio de calidad.
La localización del servidor, su carga de trabajo, el nivel de servicio y el tiempo de respuesta pueden influir notablemente en el tiempo de carga de una página web y en su disponibilidad, factores importantes y cada vez más tenidos en cuenta en el posicionamiento SEO.
Un servicio de alojamiento de calidad nos garantiza que nuestra web estará prácticamente siempre operativa y que tendrá tiempos de respuesta adecuados ante las peticiones de los usuarios. Por ello, si se desea dar un uso profesional a la web, no recomendamos usar servidores gratuitos, pues suelen tener “caídas” frecuentes, tiempos de respuesta más altos y unas garantías de servicio bajas.
Finalizamos este apartado con un resumen general de recomendaciones.
Sobre el dominio:
Que sea fácilmente memorizable y esté relacionado con la empresa, la actividad o el contenido que se quiera ofrecer.
Que sea preferiblemente corto. Cuanto más largo sea, más probabilidades existen de que se produzca un error tecleándolo.
Aunque en la actualidad podemos registrar y usar dominios que incluyan caracteres especiales como la “ñ‟, no lo recomendamos en absoluto. Casi siempre surgen problemas relativos a la codificación del carácter “ñ” lo cual en el fondo supone que los buscadores no lo van a reconocer correctamente. Además, hay que pensar que no todos los usuarios disponen de este carácter en sus teclados. Por ello, nuestro consejo es sustituir la “ñ” por una “n”.
Elegir una extensión adecuada para nuestro dominio, en función del tipo de negocio y del ámbito geográfico que se le quiera dar.
Incluir la palabra clave principal en el dominio. No es algo obligatorio, pero ayuda a aumentar la relevancia del sitio (es un factor más a tener en cuenta).
Mantener el dominio tanto tiempo como sea posible. La antigüedad del mismo es un factor de posicionamiento, ya que cuanto más antiguo es, mayor confianza ofrece para los buscadores.
Renovar el dominio por un periodo mayor de 1 año. La fecha de caducidad del mismo también influye en el posicionamiento. Lo habitual es que las renovaciones sean por 1 año. No obstante, si vuestro proyecto es a largo plazo y dado el bajo coste del mismo, es recomendable renovarlo por un periodo superior (3 ó 5 años).
Sobre el alojamiento web:
Elegir un servicio de alojamiento web acorde al uso que se le vaya a dar a la web y al nivel de servicio deseado. Una web con alta carga de trabajo y grandes necesidades de tráfico (cientos de miles de visitas mensuales) probablemente requiera de un servidor dedicado. Para un sitio web corporativo de uso profesional será suficiente con un servidor compartido. Elegir un servidor gratuito solo si vuestra página es muy pequeña, no os importa que no esté operativa de vez en cuando o simplemente es para hacer pruebas. El coste de un alojamiento de pago “decente” es realmente bajo (entre 100€ y 200€ al año). Comparar proveedores y características del servicio y del servidor que os ofrecen.
El servidor web donde tengáis alojada la página conviene que esté en el país donde va a tener su ámbito principal.